No por las instalaciones en sí que no tienen nada de especial si no por el efecto del agua sobre la piel. Las habitaciones son pequeñas, con camas de 1.35 y no tienen servicio de habitaciones. No recomiendo comer en el restaurante de la finca, si volviera me iría a Carabaña a cenar. El fisioterapeuta del hotel bastante bueno. volvería por el agua pero trataría de quedarme en otro hotel
Lo que más me gustó es El efecto de medicinal de las aguas termales
Lo que menos me gustó es La cena en el restaurante de la estación chavarri fue maísima, la carne dura, un jamón ibérico de 18 euros que era todo grasa. Tienen la televisión puesta como si fuera un bareto y la música de fondo al mismo tiempo. La cena fueron 84€ y lo Único que merecía la pena fue el vino Tagonius que ya lo conocíamos y nos encanta.
Recomiendo este alojamiento NO
Porque Para quedarse a dormir simplemente no compensa, la cama durísima nos levantamos con un dolor de espalda horroroso. no tienen servicio de habitaciones aunque cuando bajé yo a por el desayuno porque no lo subían a la habitacó³n me ayudó un camarero a subirlo a pesar de que me dijo que ese servicio lo habían quitado. El desayuno es muy, muy básico con una bandeja de chorizo, queso y jamón de colegio, magdalenas embolsadas y pan bimbo Las camas son de 1.35 algo que ya no se ve en ningún hotel, deberían ser de 1.50
Creo que este establecimiento
es ideal para Parejas: Familias: Mayores: