Fuimos dos parejas, que ocupamos las habitaciones 206 y 207. Las habitaciones están anticuadas, por no decir que el mobiliario es, directamente, viejo, sucio y deteriorado. Ni siquiera están adaptadas a las necesidades actuales en lo que se refiere a dispositivos electrónicos. No hay enchufe disponible junto a la pequeña mesa de trabajo ni junto a mesillas de noche. Teléfonos, tablets y portátiles tuvieron que enchufarse en el baño o en el único enchufe de la habitación, junto al suelo. Por otra parte, la wifi es deficiente, con caídas frecuentes.
La gestión hotelera parece completamente independiente de la balnearia, de modo que el hecho de estar alojado en el hotel no ofrece ninguna ventaja con respecto a los usuarios que vienen de fuera. Colas enormes para acceder al "palacio del agua" y las personas alojadas en el hotel no tienen acceso directo. Una vez dentro, el recinto estaba saturado de público. No se cierra al público de fuera cuando el hotel está lleno. No hay limitación de horario infantil, de modo que más que un balneario, el recinto parece un parque acuático para niños, haciendo un uso indebido de las instalaciones: saunas que no funcionan por la constante apertura de puertas, niños jugando, correteando y chillando por todas partes, zambullidas en la piscina, sin hamacas disponibles, etc.
Lo más intolerable han sido las colas diarias para entrar a desayunar en el hotel con la única disculpa de que "es que hay mucha gente". ¿Eso es gestión hotelera? ¿No se sabe que es puente? ¿No se sabe cuánta ocupación hay? ¿El único criterio es que cuanta más gente, mejor y así ganamos más? Todo lo contrario de lo que se espera de un
balneario, que es tranquilidad, comodidad y buen servicio.
Lo que más me gustó es Los tratamientos contratados al margen del paquete diario de alojamiento y acceso al `palacio del agua´. Buenos profesionales.
Lo que menos me gustó es Gestión hotelera deficiente. Sin horario infantil. Deterioro general del hotel y habitaciones anticuadas e incómodas. El público alojado no tiene ninguna ventaja frente al usuario de fuera.
Recomiendo este alojamiento NO
Porque Gestión hotelera deficiente. Colas para entrar a desayunar. Deterioro general del hotel y habitaciones anticuadas e incómodas. Wifi deficiente. Recinto del balneario sin horario infantil. El público alojado no tiene ninguna ventaja frente al usuario de fuera. El recinto balneario parece más un parque acuático de playa para niños. Instalaciones abarrotadas de público sin limitación de aforo. Resultado: relación calidad/precio pésima.
Creo que este establecimiento
es ideal para Parejas: NO
Familias: SI
Mayores: NO