A parte de que ha sido cómodo el llegar al balneario, a pesar de que cambiamos de autocar en Guadalajara, (sin transcendencia alguna). Nos ha encantado, tanto por la situación del mismo con parajes bellísimos, como por la tranquilidad que se respira.
Es lástima que el Patrimonio español, no pueda extenderse por tantos y tantos lugares como hay por toda España dignos de ser recuperados. Tanto los restos de el balneario, como la pequeña ciudad (y antiguo hospital de leprosería), me han impactado. Se hacían bien las cosas y lo triste es que se dejen deteriorar sin darles su uso debido, cuando hay nuevas construcciones que sólo sirven para justificar el gasto de la Comunidad Autónoma a la que pertenecen.
Lo que más me gustó es El entorno, la independencia de ir a tu aire sin que nadie te moleste. Y sobre todo el descanso que se te ofrece a pesar, de que no paras.
Lo que menos me gustó es A veces no basta con la información del personal que te dan sobre la marcha. En particular soy olvidadiza. Convenía darnos casi hasta aburrir, fotocopias con las normas a seguir mientras nos bañamos, etc. ( casi nadie lee las que estan sujetas a las paredes, o por que no llevas gafas o por que pasas de ellas.
Recomiendo este alojamiento SI
Porque Si quieres huir del mundanal ruido, lo consigues. Si te quieres relajar, también. Y también porque me resultó familiar y, muy agradable todo el personal.
Creo que este establecimiento
es ideal para Parejas: SI
Familias: NO
Mayores: SI